A través del juego y el disfrute, y con el clown como inmejorable timonel, explora los elementos más sencillos de las artes escénicas: la luz, el gesto, la voz, la palabra… Para descubrir y navegar, con humor y fluidez, los géneros más visitados del teatro para la infancia.

Un día en el Teatro comienza con un elemento tan sencillo como la luz, un foco que abre la escena y que pronto toma forma para convertirse en un Personaje. Es ahora una actriz, ataviada con su nariz roja.

Esta nariz es, de principio a fin, la detonadora del juego teatral.

Nuestro personaje juega con la luz, tropieza, cae y vuelve a levantarse en un juego rítmico que explora el potencial expresivo del movimiento y el gesto.

En su camino encontrará un compañero cómplice y, de la sorpresa y la marabunta de emociones, surgirá la voz. Primero apenas onomatopeyas que dan paso a la palabra, después a la palabra escrita, a los libros. Libros ilustrados que cuentan historias y abren las puertas a la imaginación. Darán color a este trayecto el clown, el mimo, la danza, el teatro de sombras, los títeres, la música…

Con soltura y desparpajo, buscando continuamente participación de pequeños y pequeñas, nuestros protagonistas nos invitan a acompañarles en un espectáculo fresco, divertido y lleno de color.

El objetivo no es otro que fascinar y conectar con los niños. Despertar su curiosidad hacia las artes escénicas y abrirles el apetito para convertirse en espectadores de teatro.

Un día en el teatro es una reivindicación sin tapujos del teatro como espacio lúdico y de diversión.