Adaptación y Dirección: Iñaqui Juárez
Titiriteros: Azucena Roda y Pablo Girón
Diseño de escenografía y muñequería: Alicia Juárez
Composició musical: José Ramón Vericad “Cuti”
Arreglos musicales: Guillermo Mata
Producción: Esteban Villarocha
Teatro Arbolé vuelve a recuperar un clásico, una versión libre del cuento “El Patito feo”. Una hermosa metáfora de la vida que incide en el respeto a la diferencia y la búsqueda del propio lugar.
Entretejida al conocido cuento conoceremos la historia de Pablito, un niño que no quiere ir al colegio, donde sus compañeros se ríen de él. Este personaje nos sirve de conexión entre el cuento y la realidad vivida por los niños.
Pablito como Pato, se decidirán a embarcarse en la importante aventura de enfrentarse a las dificultades que les esperan fuera del entorno conocido, de superar la adversidad y así descubrir en quién pueden llegar a convertirse.
Una historia para llenarnos de empatía y ternura, que encuentra eco a su blandura en la escenografía escogida. Y es que ambas historias transcurren en la misma cama en la que la abuela de Pablito le cuenta el relato. Mantas y edredones van transformando una escena en la que veremos almohadones y cojines transformarse en pato, en perro, en pollito y, como no, en cisne.
Los titiriteros obrarán así su particular magia para dar vida a las situaciones y personajes con los Andersen dotó con maestría a esta fábula.
Metáforas precisas y valiosas para que nuestros niños reciban este importante mensaje con dulzura y fluidez, como solo los cuentos consiguen hacer.